En lugar de dejar que el nerviosismo te paralice, usa esa energía para motivarte a estudiar de manera más efectiva. Recuerda que el estrés también puede ser una señal de que te importa el resultado, lo cual puede impulsarte a prepararte mejor.
De igual manera:
- La preparación adecuada es clave para reducir la ansiedad. Establece un plan de estudio con suficiente antelación, cubriendo todos los temas importantes. Evita tener sesiones de estudio muy extensas a última hora, ya que el estudio regular y organizado te proporcionará una comprensión más profunda de la materia y te hará sentir más seguro.
- Los pensamientos negativos pueden alimentar tu ansiedad. Sustitúyelos por pensamientos positivos y realistas. En lugar de pensar «No sé nada» o «Voy a fallar», dile a ti mismo que has estudiado y estás preparado para dar lo mejor de ti.
Fuente: Centro de Atención al Estudiante de la Universidad de Alicante