Cuando sufres un calambre, es crucial estirar suavemente el músculo afectado. Por ejemplo, para los calambres en la pantorrilla, estira la pierna afectada manteniéndola recta mientras acercas el pie hacia ti. También puedes masajear suavemente el músculo para aliviar la tensión.
De igual manera:
- Utiliza una toalla tibia o una almohadilla térmica sobre el músculo tenso para relajarlo. También puedes beneficiarte de un baño tibio o dirigir el chorro de la ducha caliente hacia la zona afectada. Por otro lado, frotar el músculo con hielo puede proporcionar alivio al dolor.
- Bebe suficiente líquido para prevenir los calambres musculares. Mantén tu cuerpo bien hidratado, especialmente durante actividades físicas de gran intensidad.
- Habla con tu proveedor de atención médica sobre la posibilidad de tomar suplementos de vitaminas del complejo B y otras vitaminas que podrían ayudar a controlar los calambres musculares.
FUENTE: Mayo Clinic