Primero, es crucial estar preparado para negociar, ya que no existe una única solución. Presenta alternativas para encontrar acuerdos beneficiosos para todos.
- Manejar las emociones es esencial; controla tus sentimientos para comunicarte mejor y establecer un ejemplo positivo. La educación emocional en casa facilita una resolución más tranquila.
- Planifica cómo abordar el conflicto antes de que surja, estableciendo pautas y posibles soluciones para evitar malentendidos. Asegúrate de que ambas partes se beneficien del acuerdo final, evitando resentimientos.
- Finalmente, ve los conflictos como oportunidades para mejorar las relaciones familiares. Resolver disputas positivamente fortalece los lazos familiares y previene problemas de comunicación. Aplicar estas estrategias ayudará a mantener una familia unida y saludable.
FUENTE: Cuidate Plus