En estos últimos tiempos el número de migrantes ilegales que han usado las fronteras canadienses para llegar a los Estados Unidos se ha incrementado en un 450 por ciento.

En estos dos últimos años se “dispararon” los cruces sin permisos desde las fronteras de Quebec y Montreal a las áreas de Vermont, Maine y New Hampshire, en suelo estadounidense. La vigilancia en esta frontera, de casi 9 mil kilómetros de largo, no cuenta con la misma atención que aquella que comparten Estados Unidos con México.
El gobierno canadiense de Justin Trudeau es aliado de las políticas de fronteras abiertas y la recepción de migrantes masivos, sin importar la legalidad de los mismos. Esta situación es aprovechado por ciudadanos de varios países centroamericanos para conseguir una opción de ingresar a territorio estadounidense.
El patrullamiento fronterizo del Centro de Comunicaciones Tácticas (TCC según sus siglas en inglés), en el año 2015 de detuvieron a poco más de dos mil quinientas personas cruzando sin permiso desde Canadá. Los números de 2018 superan las 4 mil detenciones, en tanto que la mayoría son mexicanos, habiendo también de Ecuador, Centroamérica, Tailandia, Sudán, India e Indonesia, entre otros países.
FUENTE: El Siglo de Torreón