
Desde hace más de tres décadas se viene generando una influencia de los políticos chinos sobre los empresarios y parlamentarios de occidente, en base a la corrupción, con el objetivo de promover una vigilancia constructiva. Tras el retiro del poder de Deng Xiaoping con su política de ‘desarrollo pacífico’, el Partido Comunista Chino optó por el uso de la corrupción para tener el control de las decisiones de políticos y empresarios occidentales.
El desarrollo económico de China, bajo el liderazgo de Xi Jinping, ha tenido cambios fundamentales en su relación con occidente; particularmente con políticas más asertivas que las utilizadas por Hu Jintao, su antecesor. El mercado chino se ha mirado con buenos ojos desde los empresarios de occidente, y el comunismo del gigante asiático ha sabido utilizarlo en su favor para obtener prebendas políticas.
Los beneficios económicos que han obtenidos los empresarios y algunos políticos que se han sumado en el apoyo a los reclamos geográfico, con la intención de seguir imponiendo en la región el régimen autoritario del Partido Comunista. La entrada de China a la sociedad occidental se fue gestando paulatinamente y con el uso de su poder económico para ir corrompiendo a los políticos y empresarios de occidente.
FUENTE: Hoover