El gobierno asiático ha ofrecido su ayuda a España e Italia, ante la parálisis que tiene Europa. Esta jugada diplomática hará mover las estructuras de la geopolítica y la economía global.
Cada vez es más frecuente ver a ciudadanos chinos recorriendo las ciudades españolas acercando donaciones a hospitales o diferentes destacamentos policiales o de bomberos. Esta especie de “Plan Marshall” chino contra el avance del Covid-19 surge como una jugada política pensando en el futuro post pandemia.
Xi Jinping, el presidente de China, ya con el virus casi doblegado salió a brindar colaboración a los países más afectados por la pandemia. Los intercambios comerciales entre el gigante asiático y algunos países europeos, particularmente España e Italia, han generado un aumento de los suministros sanitarios en los lugares más necesitados.
Ante la parálisis del Viejo Continente, los proveedores chinos ya con sus fábricas en funcionamiento aparecieron como la única opción viable. La negativa de países integrantes de la Unión Europea a brindar ayuda, en parte para resguardarse ante la posible llegada de la pandemia a sus ciudades, ha generado malestar y le abrió la puerta al gobierno de Pekín.
Tras un primer momento de “chinafobia” o hasta se catalogar la situación como el “Chernóbil” de Pekín. El gobierno asiático dio un giro para seguir siendo la fábrica del mundo y, ahora, mediante la diplomacia apunta a reposicionarse geopolíticamente para cuando llegue el fin de la pandemia.
FUENTE: El Confidencial
