Los denominados “bonos samurai” son una colocación en el mercado de Japón por 50.000 millones de yenes, alrededor de 442 millones de dólares. La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, destacó esta operación para un país emergente con una tasa promedio del 0,71 por ciento.

Los plazos, para el exigente mercado japonés es muy holgado, al ser la emisión a 3, 5, 7, 10 y 15 años. Diferentes economistas destacaron el acceso a una financiación favorable para volcar en la obra pública. Uruguay, por su necesidad, debe financiar el déficit fiscal endeudándose.
Junto con los beneficios económicos que se obtienen con la colocación de bonos, hay también una muestra de confianza en el país y la continuidad o estabilidad de las instituciones uruguayas. La decisión del gobierno uruguayo también es una muestra de la prudencia al momento de manejar deudas, como una política de Estado.