El Nationwide Building Society ha admitido haber cerrado cuentas debido a la visión crítica de algunos de sus clientes respecto a la agenda LGBT, lo que califica como una actitud «grosera».
La institución ha reconocido que algunos de sus empleados LGBT han tratado de manera injusta a los clientes y han tomado medidas extremas, como el cierre de sus cuentas.
Esto ocurre en un marco en el que incluso figuras públicas como el político Nigel Farage están enfrentándose a cancelaciones por parte de instituciones financieras.
Esta práctica ha sido criticada por grupos defensores de los derechos del consumidor y organizaciones de igualdad. La sociedad de construcción ha asegurado que está tomando medidas para abordar este problema y garantizar que sus empleados sigan políticas de trato justo y no discriminatorio hacia sus clientes.