Tyson Bottenus, de Rhode Island, es uno de los 120 casos documentados de infecciones ocasionadas por el Cladophialophora bantiana. Este hongo exótico, que fue descubierto en 1911, vive dentro del cerebro de su huésped desde hace 4 años.
El 70 por ciento de los anfitriones fallecen a causa de los problemas y fallos que genera este hongo durante su crecimiento. Bottenus se encuentra en una dura batalla por su vida, con algunas victorias parciales. La medicina, aún en este siglo XXI, no ha encontrado una solución para quienes sufren esta problemática.
Para Tyson todo inició durante un viaje con su prometida a Costa Rica. Tras un desmayo en su bicicleta, que fue observado como algo normal por los médicos locales, siguió con síntomas extraños que llevaron a realizarse una resonancia magnética en los Estados Unidos.
Los diferentes tratamientos con esteroides y antimicóticos no dañan al hongo pero si al sistema inmunitario de Tyson. Actualmente, se encuentra con la visión afectada, su escritura es torcida y hasta el habla es ronca y con arrastre de las letras. Los médicos, mientras el hongo sigue creciendo en el cerebro de Bottenus, no creen una recuperación al ciento por ciento.
Fuente: Oddity Central