Transformar tu casa con un toque nórdico es más sencillo de lo que parece. Este estilo, conocido por su luminosidad y calidez, se basa en principios de funcionalidad y minimalismo.
- Comienza deshaciéndote de muebles innecesarios; cada pieza debe tener un propósito. Opta por colores claros como el blanco y el gris, que multiplican la luz natural, y elige maderas claras como el roble o el fresno para tus muebles.
- Incorpora texturas suaves, como mantas de lana o cojines de lino, que añaden calidez al ambiente. Las lámparas blancas son ideales para iluminar, y los detalles en colores pasteles pueden dar un toque alegre a la decoración. Además, no olvides las plantas; son esenciales para conectar con la naturaleza y aportar frescura.
- Por último, recuerda que el estilo nórdico se trata de crear un hogar acogedor y funcional, donde cada elemento contribuya a una atmósfera tranquila y armoniosa.
FUENTE: El Mueble