La creciente oleada migratoria en Europa viene llevando que cada vez se lleven adelante más actos de vandalismos contra conventos o iglesias, mostrando su odio hacia la religión católica. Un ejemplo de ello es la Ermita de la Santísima Virgen del Mar, patrona de Almería, que ha sido nuevamente vandalizada tras incendiar su puerta principal.
Desde las autoridades eclesiásticas locales se solicitó al Ayuntamiento contar con seguridad privada para evitar nuevos ataques al principal acceso de la Ermita. Además del incendio se realizaron pintadas anti-cristianas en las paredes del templo, que dejan en claro el sentimiento de odio hacia el cristianismo que se vive en las zonas ocupadas por migrantes musulmanes.
Cada vez son más frecuentes los ataques vandálicos a monumentos, iglesias o lugares santos del cristianismo en Europa. La islamización que se viene promoviendo ha generado un odio anti-cristiano que se viene extendiendo por el Viejo Continente. La migración masiva abrió las fronteras a una cultura diferentes a la occidental, donde la tolerancia y el pluralismo no suele formar parte de su idiosincrasia.
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