En las recientes elecciones, los Demócratas Suecos –partido de extrema derecha– fue el segundo partido más votado del país. Esta victoria se traduce en un cambio en la orientación del gobierno para los próximos cuatro años, situación que conllevó a la dimisión de la primera ministra socialdemócrata Magdalena Andersson.
El DS no estará en el gobierno pese a la victoria
Sin embargo, a pesar de la gran victoria de los Demócratas Suecos, Ulif Kristersson, el líder del Partido Moderado, será el encargado de tratar de formar un gobierno en coalición con los Democristianos y el Partido Liberal. La razón es que Jimmie Akesson, de los Demócratas Suecos, no cuenta con el respaldo suficiente de los otros partidos de derecha para ello.
En total, 176 escaños pasaron para la derecha y la extrema derecha, alcanzando así la mayoría en el Riksdag (el Parlamento sueco), frente a los 173 escaños de los socialdemócratas. Los socialdemócratas subieron 2,1 puntos con respecto a las anteriores elecciones de 2018 y con un 30,4% de los votos y 107 puestos, obtuvieron la mayoría de las regiones y municipios del país, hecho que los ubica como el mejor resultado en 20 años del partido de izquierda.