En el pasado mes de abril, una pequeña de once años fue asesinada por un migrante ilegal durante un ataque terrorista en Drottninggatan, en la capital sueca de Estocolmo. Ebba, como se llamaba la menor, ha tenido que sufrir unos 30 actos vandálicos en su tumba por otro migrante ilegal.
El migrante ha sido detenido en varias ocasiones por la policía, sin embargo en todas ha sido liberado luego del interrogatorio. En ningún momento se ha planteado la posibilidad de expulsión del país ante los reiterados delitos sobre la tumba de la pequeña.
El padre de Ebba se ha descargado en las redes sociales apuntando a la policía y otras personas que manejan el poder en Suecia. El sufrido hombre se preguntó por qué la detención sistemática y no la expulsión del vándalo ó la cárcel como estipula la ley.
Stefan, padre de la niña víctima del terrorismo islámico, lo ha sabido atrapar personalmente al migrante musulmán en pleno acto vandálico. Luego de recibir ‘buen trabajo’ de parte de las fuerzas de seguridad, el hombre era liberado sin penas.
FUENTE: Voice of Europe