El crecimiento de una empresa puede llevar a la necesidad de adaptar su estructura para seguir el ritmo de su desarrollo. Si estás manejando una empresa unipersonal en Uruguay y consideras que es momento de dar un nuevo paso, pasar a una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) puede ser una opción a evaluar. A continuación, te contamos cuándo conviene hacer este cambio y qué aspectos debes considerar.
Límites de una empresa unipersonal
En una empresa unipersonal, el propietario asume plena responsabilidad por todas las obligaciones de la empresa. Esto significa que en caso de problemas legales, deudas, o accidentes del personal, el patrimonio personal del emprendedor está en riesgo. Además, ante la ley, la empresa y la persona son indistinguibles, lo que impide la venta de la empresa o su transferencia como herencia.
¿Cuándo es conveniente cambiar a una SRL?
Considera transformar tu empresa unipersonal en una SRL en los siguientes casos:
- Si deseas incorporar socios al negocio, la SRL permite compartir la propiedad y la gestión sin necesidad de emitir acciones, lo que facilita la entrada de nuevos socios.
- Cuando el capital propio ya no es suficiente para continuar con el crecimiento de la empresa, una SRL facilita la inyección de capital adicional mediante la entrada de nuevos socios.
- Al pasar a una SRL, el patrimonio personal del emprendedor queda protegido. En caso de demandas o deudas, la responsabilidad se limita a los activos de la empresa, no a los personales.
- A diferencia de una unipersonal, una SRL puede ser vendida o transferida, permitiendo así una planificación sucesoria más flexible.
Consideraciones para realizar el cambio
Una SRL en Uruguay permite tener entre 2 y 50 socios, sin que la sociedad cotice en bolsa. Cada socio posee una cuota de participación en lugar de acciones. Estas cuotas pueden ser vendidas a otros socios o terceros, pero es necesario obtener la aprobación de más del 75% de los socios, o la unanimidad si hay menos de cinco socios.
Además, como entidad jurídica separada, una SRL ofrece una doble ventaja: el patrimonio personal de los socios está protegido frente a las demandas contra la sociedad, y el patrimonio de la sociedad está a salvo en caso de demandas contra uno de los socios. Otra ventaja es que una SRL puede ser administrada por terceros, permitiendo a los socios delegar la gestión diaria y enfocarse en otros proyectos.
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