Britney Spears, de 38 años de edad, ha solicitado que su padre no sea su tutor legal y se realizó toda una movida en las redes sociales bajo el hashtag #FreeBritney. Jamie Spears ha venido controlando los asuntos legales de su hija desde 2008 y la situación se agravó tras el diagnóstico de problemas mentales a la estrella pop.
La cantante, que brilló a principios del siglo, además de perder el control de sus finanzas, no cuenta con la custodia de sus hijos tras el divorcio en 2007 y cada vez aparece menos públicamente. Recordemos que tuvo muchos acontecimientos mediáticos como afeitarse la cabeza o golpear un paparazzi con un paraguas.
En la última década, Britney tuvo diversos ingresos a centros psiquiátricos. La madre de la cantante, separada de Jamie Spears, aunque no participó de la audiencia, no colaboró con la situación al hablar de una relación tóxica entre padre e hija.
Con una fortuna valuada en 60 millones de dólares, Britney quiere tomar el poder legar de sus finanzas, algo que no realiza desde 2008. En una primera instancia, la jueza del caso decidió el rechazo de quitar la tutela a Jamie alegando que siempre actuó en beneficio de su hija.
Fuente: El Observador