Uno de los mitos más comunes sobre la crianza es la necesidad de hacer eructar al bebé después de cada comida. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esta práctica; solo se debe intentar si el bebé parece incómodo.
Otro mito frecuente son las «ventanas de sueño». Cada niño tiene necesidades de sueño distintas, y es fundamental observar sus señales de cansancio en lugar de seguir fórmulas rígidas.
Asimismo, se dice que no se debe permitir que el bebé se duerma al pecho, cuando en realidad es una respuesta natural y tranquilizadora. Finalmente, muchos creen que un niño cansado dormirá mejor por la noche, pero lo cierto es que las siestas son cruciales para un buen descanso nocturno. Confiar en el instinto y observar a cada niño es clave para una crianza exitosa.
FUENTE: Claudia López