Muchos se preguntan por qué el sexo casual es un asunto que genera tanta animosidad en los cristianos, o al menos en los que toman en serio la religión, pero poco se sabe sobre el por qué del rechazo no solo del cristianismo, sino de la mayoría de las religiones y tradiciones filosóficas a considerar la sexualidad como algo superfluo.
Hoy en general todo comienza así: están en una cita, comienzan a besarse y la situación se va calentando. Saben lo que dice la Biblia sobre el sexo antes del matrimonio, pero se sienten emocionados y bien acerca de lo que está pasando. Seguramente, Dios no lo tomará mal. Creen que una vez que se casen, podrán comprometerse con esa persona especial, pero por ahora, ¿qué problema hay con divertirse y explorar el sexo?
Al contrario de lo que ha sido la norma por la mayor parte de la historia, en el presente, para muchas personas, el sexo no es gran cosa. La pureza y la castidad parecen ser virtudes olvidadas. La crisis de valores ha llevado a muchos jóvenes a ver el sexo como el centro de su relación de pareja. Muchas personas creen que es para divertirse y disfrutar, pero no tiene que estar limitado ya no al matrimonio sino a relación alguna. De hecho, muchos incitan: «¡acuéstate con tantas personas como puedas!» o «¡ten tanto sexo como puedas!» Estos son los mensajes y señales que recibimos de los medios, en revistas, en la televisión y en línea. Entonces, ¿por qué algunos porfiadamente siguen insistiendo en esperar hasta el matrimonio para tener sexo?
En primer lugar, de acuerdo a la doctrina cristiana el sexo es un regalo especial de Dios diseñado para unir a una pareja en matrimonio. Cuando Dios crea algo, lo crea con un propósito y un diseño. El relato de la creación en el libro de Génesis deja en claro que la creación de Dios es «buena». Pero la humanidad tiene una historia de distorsionar lo que Dios ha hecho, ya sea por ignorancia o terquedad. El becerro de oro (ídolo) de los judíos es un gran ejemplo. El oro es hermoso de ver, pero Dios claramente no quiere que su pueblo lo adore. El sexo, que fue diseñado por Dios, no es diferente. Dios lo creó, por lo tanto, sabemos que es bueno, pero se crea con un propósito y para llevarlo adelante en un contexto que le haga bien a ambas personas involucradas en el acto. Cuando el hombre, movido por la lujuria, que es un pecado capital, lo distorsiona y redefine al sexo de una forma inapropiada, se vuelve dañino y destructivo.
La pregunta «¿por qué guardar el sexo para el matrimonio?» es realmente una cuestión de comprensión del propósito y diseño de Dios. Podemos elegir hacer las cosas a nuestra manera y caer en el daño y la desesperación sobre los que nuestros antepasados nos alertan, o a la manera de Dios y experimentar la belleza de su plan (Proverbios 16:25).
¿Los cristianos creen que el sexo es solo para tener hijos?
No. Es un mito. Si bien los cristianos entienden que el sexo lleva naturalmente a la procreación, también consideran que Dios al crearlo quería que el hombre y la mujer desarrollaran intimidad entre ellos, y sabía que el sexo los ayudaría a hacerlo de una manera en la que nada más podría hacerlo. Dios también sabía que, debido a que el sexo es tan poderoso en la creación de intimidad, debía haber algunas restricciones en cuanto a cómo debe tener lugar.
Por estas razones a pesar de las presiones sociales y de los medios de comunicación, muchos cristianos (y no cristianos) consideran que el sexo casual no solo no vale la pena sino además pone en riesgo la propia capacidad de establecer lazos profundos de confianza e intimidad en la pareja.
Hay una gran alegría en descubrir la intimidad sexual por primera vez. Si se experimenta con alguien «random» la energía única de ese descubrimiento se pierde, mientras que de experimentarlo con alguien que está comprometido contigo, se convierte en uno de los mejores cimientos que puede tener una relación, uniendo a la pareja como quizás nada más pueda hacerlo.
¿Los cristianos desprecian a quienes tuvieron sexo casual?
No. Si bien la doctrina cristiana lo considera un pecado, una traición a la voluntad divina, la actitud de los cristianos hacia el pecado es que todos en alguna medida somos pecadores, todos en algún momento traicionamos la voluntad divina y esto es parte integral de la naturaleza humana.
Muchos cristianos asimismo se preguntan qué deben hacer si ya han tenido sexo casual. ¿Es demasiado tarde si ya han perdido su pureza sexual? Si bien una persona no puede revertir el pasado, hay una serie de pasos que puede tomar para evitar dañar aún más su intimidad con Dios y su pareja.
El primer paso es reconocer sus acciones como pecado. En segundo lugar, el compromiso de mantener la pureza a partir de ese momento. No puedes cambiar lo que se ha hecho, pero puedes mantenerte a ti mismo y a los demás alejados de cualquier daño adicional evitando situaciones que puedan hacerte comprometer este compromiso. Hay contextos sociales, y físicos, como pueden ser clubes, boliches, discotecas, que están concebidos para incitar al pecado sexual, mantenerte alejado de ellos y ayudar a tus vínculos a hacerlo te ayudará a mantenerte firme en tu compromiso. Finalmente, sé honesto con cualquier persona que sea parte de su vida sexual. No mientas a tu pareja sobre tu pasado, es importante que ambos conozcan y acepten su pasado. La sinceridad es la base de toda relación saludable.