Para empezar, es importante que no presiones a tus hijos a hacer ejercicio sino que identifiques qué tipo de actividad física disfruta más y te enfoques en esta para establecer una rutina que se adapte a sus necesidades.
- Intenta encontrar lugares que les permitan a tus hijos ejercitarse y aprender al mismo tiempo: recuerda que los niños aprenden más cuando están en movimiento. Así que esta es una excelente idea.
- Ve al ritmo de tus hijos. evita exagerar y procura adaptarte a la capacidad de tus hijos. De este modo, no se sentirán presionados y podrás mantenerlos motivados para que sigan ejercitándose con frecuencia.
FUENTE: ECA