Recientemente el número de niños que ingresan ilegalmente a Estados Unidos por la frontera con México se ha disparado. Los principales responsables de ejecutar el tráfico son cárteles de la droga.
Como mínimo, 800 personas por noche, son ingresadas a Estados Unidos desde el territorio Mexicano. Un porcentaje de las mujeres traficadas junto con los infantes es violada en el trayecto.
Tráfico de niños
En una reciente filmación, puede apreciarse que niños de clara ascendencia europea, son cargados por adultos que no parecieran ser sus padres. Los niños, muchas veces menores de 5 años, ingresan al país inconscientes, siendo imposible despertarlos. Ante esta situación, sus presuntos padres alegan que el niño «está dormido».
Expertos en seguridad migratoria, sin embargo, afirman que los niños son drogados para dejarlos en un estado que los hace imposibles de despertar. Los niños no tienen reacción aparente a la luz, lo que sería un indicador diagnóstico para distinguir al niño drogado de un niño dormido que sí tendría una reacción al ser apuntado a los ojos con una linterna.
Indolencia Americana
La situación es tolerada por las fuerzas de seguridad fronteriza americanas, que, salvo que no realizan chequeos de parentesco alguno a los supuestos padres de los niños, sino que salvo que el niño activamente se dirija a la policía fronteriza para denunciar que quienes lo acompañan no son sus padres, las autoridades asumen como legítimo el presunto vínculo filial.
¿Qué es el «reciclaje de niños» en la frontera?
En múltiples instancias agentes fronterizos americanos han identificado que niños son utilizados por los cárteles para facilitar la entrada de adultos al país, una vez los niños pasan drogados el puesto fronterizo, y son utilizados para facilitar el ingreso al país de los adultos, los niños son enviados de nuevo a México para ser drogados y utilizados para facilitar la entrada de otros adultos al territorio norteamericano. Un ejemplo de esto ha sido la utilización de un solo niño en 17 instancias distintas de tránsito.
Las autoridades fronterizas estiman que 1 de cada 3 niños no pertenecen a los adultos con los que cruzan la frontera.
Bajo el radar
Las autoridades americanas pierden el rastro de aproximadamente el 50% de las personas traficadas, lo que ha abierto la puerta a especulaciones de que los niños son ingresados al menos en parte con el fin de alimentar un mercado de venta de niños a redes de pedofilia y abuso infantil.