El movimiento Black Lives Matter (BLM), que tuvo su punto de partida en 2013, ha sufrido una revitalización y exposición mucho mayor tras el mundialmente reconocido caso de George Floyd. Con el aval de grandes medios y figuras del neomarxismo ha listado como nuevos objetivos el “desmantelamiento de la familia” e impulsar la denominada “ideología de género”.
Las fuerzas anarquistas vienen promoviendo el caos para que aquellos ciudadanos respetuosos queden indefensos ante la caída o el desorden que buscan en las fuerzas policiales. Esta situación, se enmarca en el impulso que desde los medios neomarxistas, al señalarse a la policía y parte de la población como racista y contra BLM. Este reclamo se hace aún a expensas de que pueda quedar involucrada gente de su propia raza, que suele trabajar en las fuerzas del orden.
BLM viene mostrando su lado racista en sí mismo con una cargada agenda pro ideología de género y que apunta al desmantelamiento de la familia, con el formato tradicional y “patriarcal” que tanto odia. El denominado pensamiento heteronormativo, es visto por este movimiento neomarxista, como algo del cual liberarse y la estructura familiar occidental es algo a tener que desmantelar.
La civilización occidental es un problema para los medios marxistas, como también el pensamiento católico, es por ello que la solución planteada por BLM es el caos. Quienes se aferran a oponerse al “nuevo pensamiento” suelen ser asediados en sus redes sociales y hasta llegan a perder el empleo.
El movimiento Black Lives Matter, en su movida contra la libertad de expresión, cuenta con el apoyo de George Soros, desde lo económico y político, como también de Antifa, en las revueltas y “manifestaciones pacíficas” que vienen realizando en diversas partes del mundo. Generar caos es el arma del movimiento neomarxista para comenzar a desarmar el entramado intrafamiliar y poder establecer su hegemonía con la ideología de género.
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