Según una investigación realizada por periodistas de POLÍTICO con sede en Estados Unidos y Europa, en conjunto con el periódico alemán WELT, se conoció que hubo cuatro organizaciones –todas conectadas a Bill Gates– que asumieron papeles que, por lo general, desempeñan los gobiernos. El problema radica en que, precisamente, hicieron este trabajo sin la responsabilidad ni el escrutinio que reciben los gobiernos.
¿Cuáles son las organizaciones no gubernamentales a las que se refieren?
- La Fundación Bill & Melinda Gates: se trata de una fundación filantrópica muy influyente.
- Gavi: organización de vacunas que Gates ayudó a fundar para llegar a países de bajos recursos.
- Wellcome Trust: fundación de investigación de origen británico con una millonaria dotación de la fundación Gates.
- CEPI (Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias): es el grupo de investigación y desarrollo de vacunas que Gates y Welcome ayudaron a crear en el 2017.
¿Bill Gates decide sobre el rumbo de los recursos?
Muchas personas y organizaciones estuvieron en desacuerdo con que los grupos de expertos de larga formación universitaria formados en occidente, fueran quienes tuvieran la mayor responsabilidad en cuanto a la toma de decisiones en un momento tan coyuntural.
Estas ONGs gastaron 8,3 millones de dólares en lobby para lograr que los gobiernos de Estados Unidos y Europa ofrecieran su apoyo, según fuentes del Capitolio estadounidense.
Asimismo, han invertido un gran cantidad de dinero para que las autoridades estadounidenses y europeas otorguen fondos para los programas que sostienen. Desde 2020, han gastado 10 mil millones de dólares en ello, la misma cantidad de dinero que la agencia estadounidense para responder a la pandemia de Covid19.
Sin embargo, la asesora de políticas de vacunación de Médicos sin Fronteras, Kate Elder, mostró su escepticismo ante el desempeño de las organizaciones vinculadas a Bill Gates:
¿Qué hace que Bill Gates esté calificado para asesorar al gobierno de Estados Unidos sobre dónde debería destinar sus enormes recursos?
Críticas sobre la equidad y la eficacia en la respuesta ante la pandemia
- Lawrence Gostin, profesor de la Universidad de Georgetown, afirmó que “deberíamos estar profundamente preocupados”. El dinero no debería dictar la política y es antidemocrático subcontratar la gestión de la pandemia a grupos no elegidos y financiados con fondos privados, afirmó.
- En cuanto al papel de la OMS, las cuatro organizaciones tenían vínculos con el organismo. CEPI y Gavi cuentan con representantes en la OMS y hay exempleados de dicha organización que trabajan en la fundación de Gates.
- ¿Cuál es la influencia de estos grupos en la OMS? El dinero. Estas organizaciones no gubernamentales han donado a la OMS más de 1.4 mil millones de dólares, desde el comienzo de la pandemia. Obviamente, esto les ofrece acceso e influencia en dicho organismo.
- Estas organizaciones tampoco alcanzaron los objetivos anunciados. Por ejemplo, decían querer ayudar a los países con bajos recursos a tener acceso a las vacunas, pero en definitiva acabaron por no hacerlo.
- Aunque activistas propusieron levantar las protecciones de propiedad intelectual de las vacunas de Covid19, estas organizaciones se opusieron a ello alegando que lo consideraban innecesario para aumentar la producción de vacunas.
Access to Covid-19 Tools Accelerator (ACT-A)
Al trabajar en conjunto con la OMS, las organizaciones de Gates crearon la iniciativa ACT-A. La intención era asegurar y entregar pruebas, tratamientos y dosis de vacunas a personas de bajos recursos en todo el mundo.
COVAX es el consorcio operado por Gavi, CEPI y UNICEF, pilar de vacunas de la iniciativa ACT-A, que no cumplió sus objetivos de entrega en el 2021. Los líderes de estas organizaciones afirmaron que dichos objetivos no se pudieron cumplir porque los gobiernos occidentales tardaron en poner a disposición los grandes lotes de vacunas para proteger al mundo.
Según afirma la fundación Gates, la fundación se centró en brindar un acceso asequible, equitativo y las herramientas para abordar la crisis a los países de ingresos bajos. Sin embargo, los países de altos ingresos monopolizaron el suministro disponible.
Aparte, ACT-A dedicó mucho tiempo y recursos a asegurar dosis, mientras que poco dinero se invirtió en mejorar los sistemas de salud. Recaudaron 23 mil millones de dólares y solo 2.200 millones se destinaron a eso. Esto significa que, incluso cuando lograron tener acceso a las vacunas, países con sistemas de salud débiles o ineficientes no tenían los recursos para distribuirlas eficazmente.
Y ahora la Fundación Gates, Gavi, el Wellcome Trust y CEPI están gastando grandes sumas de dinero para presionar a los Estados Unidos y a la UE, con el fin de que adopten sus prioridades para la próxima pandemia, a pesar de las limitaciones de su propio enfoque.