El pasado 26 de septiembre se confirmó el resultado de las elecciones legislativas en Italia, que para esta ocasión favorecieron al partido de nacionalista Fratelli d’Italia, que obtuvo más del 26 por ciento de los votos. Giorgia Meloni, la secretaria general del partido, será la encargada de formar un gobierno.
El resultado electoral ha hecho que la Unión Europea espere con inquietud la llegada de Meloni al poder. Según analistas consultados por la agencia de noticias Efe, el nuevo gobierno podría llegar a generar turbulencias entre Roma y Bruselas referente al ámbito migratorio. Sin embargo, estos analistas desestimaron la posibilidad que la política exterior –incluida la política hacia Rusia– pueda tener muchas variaciones.
¿Qué espera al gobierno de Meloni?
Luego de haber sido elegida, en su primer discurso Meloni prometió “gobernar para todos y lo haremos con el objetivo de unir al pueblo italiano”.
Meloni deberá gestionar la crisis provocada por una inflación que está disparada. Además, el país ya se está viendo afectado debido a la deuda externa, que representa actualmente el 150% del PIB y que es la más alta de la zona euro luego de Grecia.
La llegada al poder de esta aliada internacional del campo «Trumpista» que se encuentra trenzado en una puja pos-electoral con el gobierno demócrata americano, señala un creciente empoderamiento internacional de la derecha popular.
Los principales vectores de sus políticas no se espera que impliquen un cambio radical en el posicionamiento del gobierno Italiano en el conflicto de Ucrania, pero sí una inversión de la tónica de las políticas de cara a la migración masiva, africana e islámica y un vuelco hacia las políticas pro-familia, siguiendo el modelo de Hungría para re-activar la natalidad del pueblo italiano.
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