Empieza por verter agua oxigenada sobre la mancha de sangre. Este producto elimina los rastros dejados por los microorganismos y blanquea la tela. Deja que el producto actúe durante unos minutos para eliminar completamente la mancha.
De igual manera:
- Si la tela es delicada, diluye el agua oxigenada con agua en partes iguales. Esto ayudará a proteger el tejido mientras eliminas la mancha.
- Coloca la prenda en remojo, preferiblemente en agua fría, sin frotar. Después, enjuaga suavemente para evitar que se extienda más.
- Una vez enjuagada la prenda, lávala con jabón neutro. Lávala de forma habitual, pero evita el agua caliente, ya que puede fijar la mancha.
- Antes de aplicar agua oxigenada en toda la mancha, realiza una prueba en una zona poco visible de la prenda. Esto te ayudará a verificar cómo reacciona el tejido y evitar posibles daños o decoloraciones.
FUENTE: El Mundo