El Tribunal Superior de Pretoria, en Sudáfrica, sentenció con 30 días de prisión a una madre que le negó la visita a su ex esposo para ver al hijo ambos. El castigo de cinco años quedó en suspenso, en tanto la mujer no vuelva a tener otra conducta negativa hacia el padre del menor de tres años.
Separados desde 2011, el acuerdo era que el padre viera al pequeño cada dos fines de semana y durante las vacaciones, un derecho que fue negado completamente. Ante esto la madre fue llevada al tribunal por desacato. Peter Mabuse, juez del Tribunal Superior, dejó en claro que “un progenitor debe alentar el contacto frecuente entre sus hijos y sus padres”.
Sin razón justificable para la medida tomada por la mujer, el tribunal aplicó la orden judicial de 30 días de arresto. Mabuse agregó que “debería haber aclarado cualquier duda que tuviera sobre el contenido del acuerdo con sus abogados, antes de firmarlo”. El incumplimiento del mismo es una demostración de falta de voluntad para cumplirlo.
La resolución del Tribunal Superior de Pretoria, en medio de esta cuarentena global, ha sentado un precedente poco habitual pero muy importante para aquello padres que vienen luchando para obtener una mayor paridad en la tenencia compartida, o por lo menos el cumplimiento de los acuerdos de divorcios.
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