Los datos oficiales del Sistema de Información Para la Infancia SIPI (INAU) en relación al abuso infantil en Uruguay contradicen la narrativa feminista que relaciona a los padres biológicos de los niños con el abuso infantil. Según las estadísticas, solo el 1% de la explotación sexual infantil ocurre a manos de un padre biológico, el 67% ocurre a manos de extraños a la familia, 14% ocurre a manos de la madre biológica y un 3% a manos de padrastros.
Consultado sobre el tema, Pablo Laurta fundador de Varones Unidos comentó que según los datos manejados por la fraternidad masculina:
«En la mayoría de los casos, tanto cuando es un ajeno a la familia, la madre biológica, o el padrastro quien explota sexualmente a los niños, lo hace aprovechando la ausencia del padre biológico de la criatura. La presencia del padre biológico en la familia es la principal protección con la que cuenta el niño frente a la explotación sexual«.
El Despertador intentó contactar a varias organizaciones feministas para reflejar su opinión, pero se negaron a realizar comentarios.