Cuando un niño tiene demasiados juguetes tiende a ser caprichoso y egoísta, pues esto le hace creer que puede tener todo lo que desee sin esfuerzo alguno.
Los niños con muchos juguetes tienden a jugar mucho con los juguetes nuevos y luego los abandonan, una vez que se ha apagado el entusiasmo de la novedad. La abundancia de juguetes puede llevar a los niños a no valorar lo que tienen ni a apreciar el esfuerzo que representa para sus padres y familiares cuando les compran juguetes nuevos.
Una experiencia es más valiosa que un juguete
Un paseo en el bosque o en parque, o simplemente visitar un lugar nuevo va estimular mucho más a tu hijo que un juguete. También un libro apropiado para su edad que lo entretenga ayudará a enseñarle muchas cosas y a fortalecer la relación con tu hijo.
FUENTE: BebésYmás
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