Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, decidió no aplicarse la vacuna contra el Covid-19. El mandatario se mantiene firme en su tesitura de ser el “último” brasileño en recibir la inoculación.
El presidente de 66 años se preguntó para qué tomar la vacuna, luego de expresar que su inmunización se encuentra en lo más alto. Bolsonaro, en su calidad de escéptico de la pandemia, llegó a comentar que la vacuna Pfizer podría convertir a la gente en “caimán”.
Desde hace más de un año, el mandatario viene repitiendo sobre su alto nivel de anticuerpos. Esta situación hace que entienda que no es necesaria la vacunación. Bolsonaro, en medio de una dura crítica por la gestión sanitaria, no ha dejado de criticar la obligatoriedad de la inoculación y del pasaporte sanitario.