El golpe de estado orquestado por el establishment propietario de la hegemonía mediática y financiera que controla occidente, en contra la Iglesia Católica que significó el derrocamiento del papa Benedicto XVI y su sustitución por Jorge Bergoglio, es a estas alturas una realidad incuestionable para cualquier investigador serio e independiente.
No hablaremos aquí de las condiciones en que se llevó acabo esta usurpación, que lleva más de 200 años en proceso, sino de la utilización que la plutocracia globalista que gobierna occidente hará de esta institución recientemente adquirida para potenciar aún más el avance de su agenda de concentración del poder y sometimiento de voluntades.
En particular nos concentraremos en la implementación práctica de la re-alineación espiritual de la iglesia y sus dogmas para reconfigurarla como una institución orientada a la promoción de su agenda con un especial foco en el ecologismo en miras de una eventual creación de una «nueva religión mundial» que acompañe al «nuevo orden mundial» que están elucubrando.
En el Sínodo del Amazonas (2019) y subsecuente adoración de una estatuilla de la Pachamama (un ídolo pagano) dentro del templo de San Pedro en el Vaticano dan una idea de «por donde vienen los tiros».
A algunos les parecerá demasiado ambicioso el prospecto de *deconstrucción* de la Iglesia Católica, pero recordemos que estamos hablando de las mismas fuerzas que convirtieron a las universidades de occidente, de centros de estudio en (esencialmente) focos de degeneramiento sexual y adoctrinamiento ideológico, que doblan, para la tribuna, como centros de estudio pero solo si estos estudios no corren riesgo de entorpecer sus designios. De lo contrario, los investigadores pueden enfrentarse a una persecución viciosa como la que acabó con la reciente muerte del Jurista Grado 5 Carlos Alvarez Cozzi.
De esta forma, la Iglesia Católica se estará convirtiendo gradualmente también en un espacio de persecución a los verdaderos cristianos, como las universidades lo son, de los buscadores de la verdad.
En el Motu Proprio «Traditionis Custodes», Bergoglio en escencia condena la misa latina / tridentina y la tradición litúrgica de la propia Iglesia Católica Romana pre-concilio vaticano segundo.
Para que se comprenda claramente, la celebración del rito cristiano tal como se ha venido practicando desde siempre hoy es rechazada por el propio ocupante de la santa sede. Esto, que parece un anatema, no sorprende si se toma en cuenta que Bergoglio, puesto en el sitio papal por la plutocracia globalista, promueva una dilución del rito cristiano que fue adoptada a mediados del siglo XX con la promesa de que retornaría las masas al cristianismo, pero que logr´ó el efecto contrario, el de acelerar la huida de las masas de una Iglesia que cada vez más parecía estar constituida por más personas que rechazan su propia esencia y tradiciones.
Este concilio vaticano segundo generó la formación de la Sociedad Sacerdotal Pío X (SSPX), para la preservaci´ón de la misa latina y de la liturgia católica romana en su forma genuina. La SSPX y otras asociaciones eclesiales «tradicionalistas» agrupan a los sectores más conservadores dentro del catolicismo. Estas serán demonizadas mediante acusaciónes de «lefebvrismo» y «sedevacantismo» todo con el objetivo de redefinir la diluida identidad del católico en oposición a ellas, llevándolo gradualmente de modo que sea imperceptible incluso para sí mismo, a aceptar una imagen «progresista» de la fe católica, en todo alineada a la eventual «nueva religión mundial».