La corporación norteamericana ha anunciado 7000 despidos luego de perder suscriptores por primera vez en la historia de sus servicios de streaming (Star+ y Disney+). Este retroceso se da en el marco de fuertes críticas contra la compañía centradas en el adoctrinamiento ideológico (en teoría crítica racial y de género) incorporado a sus productos y el aparente desinterés de la compañía por combatir la prevalencia de casos de pedofilia por parte de su plantilla y entorno.
Los despidos implican una reducción del 3% en la plantilla de la empresa.
Parte del declive se debe a la perdida de derechos de la liga de Cricket en India y un magro crecimiento en el contexto de Estados Unidos – Canadá, mercados que se encuentran todavía en pleno desarrollo. En este mercado el número de suscriptores de Disney aumentó solo en 200.000 usuarios llegando a 46 millones, mientras que Hulu, uno de sus competidores más cercanos, aumentó 800.000 de suscriptores en el mismo período estableciéndose en 48 millones.
Críticos de la compañía están llamando a su CEO Bob Iger a despedir a su los miembros de su equipo directivo que utilizan la plataforma de la compañía para realizar activismo progresista:
«Disney pasó el último año bombeando teoría crítica racial e ideología de género en su programación infantil y ahora está perdiendo suscriptores» planteó Chris Rufo, un escritor del City Journal que sigue de cerca la compañía.
Otros apuntan a que la solución no es tan fácil dado que surge de una desconexión entre una plantilla de empleados constituida fundamentalmente por mujeres universitarias solteras y minorías de inclinación liberal-progresista y una parte importante de su público que consiste en familias de inclinación tradicional y conservadora que rechazan visceralmente los mensajes propuestos por la compañía.