Muchos seguramente se sorprenderán y algunos otros se indignarán con el título de este artículo, pero es que fue así, las primeras feministas buscaron el control poblacional por medio de la eliminación de personas formando parte del movimiento eugenista de moda en esa época, lo mismo que sucede en la actualidad también cuando el feminismo promueve el aborto y se cuelga el pañuelo verde.
¿Pero qué es el movimiento eugenista y cuando surge? Nació a fines del siglo XIX y fue el movimiento que inspiró a Adolfo Hitler ya que él mismo buscaba la raza superior y terminar con los que no la posean, según la Real Academia Española, la eugenesia es el estudio y aplicación de las leyes biológicas de la herencias orientados al perfeccionamiento de la especie humana.
Si bien su primo Francis Galton fue quien acuñó el término, fue nada más y nada menos que Charles Darwin, el padre del eugenismo, quien defendía que una especie se perfecciona eliminando a los más débiles y desfavorecidos al publicar su libro en 1859 (atentos al título) «El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida», con los fundamentos de la teoría de la biología evolutiva, donde decía:
“Los miembros débiles de las naciones civilizadas van propagando su naturaleza con grave detrimento de la especie humana, como comprenderán fácilmente los que se dedican a la cría de animales domésticos. Es incalculable la rapidez con que las razas domésticas degeneran cuando no se las cuida o se las cuida mal; y, a excepción hecha del hombre, ninguno es tan ignorante como para permitir tener crías a sus peores animales”.
Y soñaba que llegaría el día “en que las razas humanas civilizadas habrán exterminado y reemplazado a todas las salvajes por el mundo esparcidas (…)”.
¿Pero qué tiene que ver esto con las sufragistas? se preguntarán algunos impacientes.
Si bien en el pensamiento de Darwin y de su primo Galton el papel de las mujeres era el de meras “amamantadoras”, con el tiempo los científicos fueron dándoles un mayor rol a la hora de transferir “el ingenio” del padre al hijo, evolucionando hasta convertirse en seres vitales como “madres de la raza”, llegando a ser consideradas -en boca del eugenista británico Caleb Saleeby- “el órgano de la naturaleza supremo para el futuro”, estableciendo la base de lo que el mismo Saleeby llamó “eugenesia feminista”, afirmando que ellas necesitaban actuar como ciudadanas de pleno derecho que garantizase la lucha por las mejoras dirigidas hacia esa gran raza que iban a gestar, pues los eugenistas -hombres o mujeres- coincidían en que la “madre” es la que sabe lo que es mejor para un hijo; y estas madres sabían que las civilizaciones viciadas y corruptas debían ser limpiadas mental, moral, social y “racialmente”.
Así por ejemplo el sufragio femenino se consiguió por sus vínculos con el movimiento eugenésico (Woodrow Wilson que segregó al país por razas, fue el mismo que les permitió votar en EEUU).
¿Pero qué ideas tenían estas feministas?
Carrie Chapman Catt, la fundadora de la Liga de Mujeres Votantes fue la autora de la frase «La supremacía blanca se fortalecerá, no se debilitará, por el sufragio femenino», y además habló de prohibir el voto de inmigrantes sin educación y se refirió a los indios como salvajes.
Victoria Woodhull, famosa porque en 1872 se presentó como candidata a la presidencia de los Estados Unidos, durante un discurso de 1876 en Nueva Jersey, le dio una gran importancia a la eugenesia comentando sobre la creación de una raza humana más superior, escribiendo también panfletos a favor del tema.
Un grupo de sufragistas canadienses Emily Murphy (primera mujer magistrada), Nellie L. McClung (quien ayudó a conseguir el voto federal femenino), Irene Parlby (Presidenta de Agricultoras Unidas), Henrietta Muir Edwards (presidenta del Consejo Nacional de Mujeres) y Louise McKinney (primera mujer en jurar su cargo ante la Asamblea Legislativa), eran conocidas como Las Cinco Famosas; y también las cinco eran feministas eugenistas.
Juntas promovieron el Acta de Esterilización Sexual de Alberta (1928) -así como su Enmienda en 1937, para eliminar la necesidad de consentimiento- por la cual se creó la llamada Junta Eugenésica, que actuó desde 1929 hasta 1972, siendo sus miembros los encargados de autorizar la esterilización de individuos, aprobando 4.739 casos de los que 2.834 personas resultaron esterilizadas, la mayoría socialmente vulnerables (mujeres, niños, vagabundos, gente del ámbito rural, madres solteras, nativos e incluso católicos.
También adhirieron al movimiento 2 mujeres que recibieron el premio nobel de la paz como la trabajadora social Jane Addams en 1931, (quien era vicepresidenta honorífica de la Asociación Estadounidense para la Limpieza Social) y la sueca Alva Myrdal que lo ganó en 1982 (quien defendía esterilizar a aquellos con problemas físicos o mentales a fin de ahorrar dinero al país, publicando -junto con su marido, Gunnar Myrdal- dos libros sobre la necesidad de la eugenesia: el best seller Crisis of the Population Question(1934) y su secuela Nation and family (1940).
Finalizaremos el artículo hablando de 2 figuras del feminismo muy importantes que tuvieron relaciones directas con los nazis.
Como el caso de Marie Stopes, que fue la fundadora del primer centro de control de la natalidad en el Reino Unido y quien le envió poesía de amor a Hitler para la «juventud alemana» en el apogeo de sus campañas, y escribió apasionadamente sobre el tema de la «pureza racial». Hoy su clínica se ha convertido en una ONG internacional que, en su nombre, practica abortos en distintos países del mundo.
Pero sin dudas la que más se destaca en esta lista es Margaret Sanger, la fundadora de Planned Parenthood, la clínica de abortos más famosa a nivel mundial, quien tuvo como amigo y asesor cercano a Ernst Rudin, quien entonces se desempeñaba como Director de Esterilización Genética de Hitler y anteriormente había desempeñado un papel en el establecimiento de la Sociedad Nazi para la Higiene Racial.
Sanger en su libro «la mujer y la nueva raza” decía estas cosas por ejemplo:
«El control de la natalidad en sí, es decir el aborto y la pastilla anticonceptiva es nada más y nada menos que la facilitación del proceso de eliminar a los no aptos, de prevenir el nacimiento de los defectuosos o de aquellos que se volverán defectuosos (…) Todas las niñas o mujeres débiles mentales, especialmente las del tipo imbécil, deben ser segregadas durante el periodo reproductivo».
Además de entregar una lista de buenas razones para el control de la natalidad como la abolición de la pobreza y el alivio de la superpoblación a nivel nacional e internacional, la mejora de la raza y la preservación de la civilización.
Como pudimos ver no hay muchas diferencias entre las feministas de antes y las de ahora, por lo que el término feminazis les queda perfecto y como dice la periodista Xiomara Ramírez quien se especializó en el tema, «son las hijas de su propia historia».
Fuentes: