Uno de los casos más mediatizados del pasado invierno tuvo como protagonista al indigente Andrés Bargas. Este resultó prendido fuego en pleno centro de Montevideo, el 15 de julio de 2020, por lo cual fue trasladado al Centro Nacional de Quemados (Cenaque). Allí, y tras un largo proceso consiguió recuperarse.
Bargas quedó con el 30 por ciento del cuerpo quemado luego que un transeúnte arrojará un cigarrillo en el lugar donde se encontraba la persona sin hogar. El agresor fue detenido, en el Cerro montevideano, quedando en libertad a los pocos días.
El indigente tuvo diferentes injertos de piel en el Cenaque y luego pasó al Hospital Pasteur para ser tratado por un cirujano plástico. La recuperación, según explicó la doctora Cecilia Hackembruch, demoró más de lo previsto por el alto porcentaje de piel dañada.
La lentitud de la evolución tuvo también como causa algunas infecciones que retrasaron la mejoría de Bargas. Un equipo multidisciplinario del Cenaque lo atendió según sus necesidades. Una vez terminado el trabajo de reemplazo de piel se aguarda una buena evolución de Andrés, en tanto no hay información sobre la situación judicial de quien puso en riesgo la vida de Bargas.
