El pasado 29 de junio la medianoche llegó con una antelación de 1,59 milisegundos. En tanto, el 26 de julio la medianoche se anticipó unos 1,5 milisegundos. Esto implica que los días cada vez pasan más rápido.
En la década del 60 se había vivido una situación similar a la acontecida el pasado 29 de junio. Aunque esto es imperceptible para los humanos, no es así para los relojes atómicos, que son de alta precisión.
Pese a esta situación de aceleración, la Tierra viene girando cada vez más lento. En diciembre de este año se deberá sumar un segundo intercalar, algo que no se daba desde 1972. Varios son los factores que los científicos señalan como generadores de estos cambios en la rotación de la tierra.