En la jornada del domingo y ante miles de fieles, el papa Francisco canonizó a la Hermana Rubatto. La Iglesia considera a la monja uruguaya como responsable de dos milagros. En la Plaza de San Pedro, ubicada en el Vaticano, el sumo pontífice consagró a la primera santa uruguaya.
Unas nueve personas, junto a Rubatto, han sido propuestas como un modelo a ser imitado por todos. El papa, durante la ceremonia de canonización, planteó que la santidad debe ser un proyecto para todas las personas.
Rubatto nació en 1844 en Italia y falleció en Uruguay, en 1904 y su obra se realizó principalmente en el oeste de Montevideo. La Hermana Rubatto se inclinó por temas educativos, la sanación de los enfermos y en ayudar en la búsqueda de trabajo digno. En 1993 fue proclamada como la primera beata uruguaya por el papa Juan Pablo II.
Fuente: Telenoche – Subrayado – El País – El Observador