La Sociedad Anónima Simplificada (SAS) en Uruguay es una forma jurídica que se introdujo en 2019 mediante la Ley 19.820. Su objetivo es ofrecer una estructura empresarial más flexible y accesible, tanto para personas físicas como jurídicas, ya sea de forma individual o colectiva. Esta figura se ha vuelto popular debido a la combinación de características de otros tipos de sociedades, lo que la convierte en un modelo híbrido con múltiples beneficios.
Características de la Sociedad Anónima Simplificada (SAS)
Una de las principales características de la SAS es que el capital de la sociedad está representado por acciones, similar a una sociedad anónima (SA). Además, los accionistas tienen responsabilidad limitada, lo que significa que no son responsables por las deudas de la empresa más allá de los aportes realizados.
Este tipo de sociedad reúne características de diversas estructuras empresariales. Por ejemplo, hereda la protección jurídica de las SA, ofrece beneficios de seguridad social de las sociedades unipersonales y adopta un régimen tributario similar al de las sociedades de responsabilidad limitada (SRL). La SAS es aplicable a casi cualquier actividad comercial o civil lícita, lo que la convierte en una opción versátil para emprendedores.
Sin embargo, existen restricciones. Las empresas públicas, aquellas que cotizan en bolsa, o las que participan en actividades que requieren una estructura específica, no pueden constituirse como SAS. Asimismo, empresas con accionistas del sector público tampoco pueden optar por esta figura.
Ventajas de este tipo de sociedad
La flexibilidad es uno de los mayores atractivos de la SAS. A nivel tributario y jurídico, es más sencilla y económica que otras formas, como la SA. Por ejemplo, el costo de constitución de una SAS es similar al de una SRL y alrededor de un 50% menor que el de una SA.
Además, la SAS permite realizar trámites de manera electrónica, lo que agiliza muchos procedimientos administrativos. Este tipo de sociedad también es flexible en términos de administración, ya que puede funcionar con un único representante legal designado por los accionistas. Las reuniones de los accionistas tampoco requieren protocolos estrictos, pudiendo realizarse de manera informal en cualquier lugar o medio.
Otra ventaja significativa es que una SAS puede estar integrada por una sola persona, quien actúa como único accionista y director, lo que simplifica la gestión de pequeñas empresas.
Desventajas de la Sociedad Anónima Simplificada
Las desventajas principales de la SAS están relacionadas con las restricciones mencionadas. Las sociedades de este tipo no pueden tener accionistas estatales ni cotizar en la bolsa. Además, aunque es una opción accesible para la constitución de una empresa, los aportes mensuales que se deben realizar a la seguridad social pueden ser elevados para ciertos negocios, especialmente en comparación con otras figuras empresariales.
En resumen, la SAS es una opción atractiva para quienes buscan flexibilidad en la creación y gestión de una empresa en Uruguay. Sin embargo, es importante evaluar si las restricciones y los costos mensuales son adecuados para el tipo de negocio que se desea emprender.
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