Es crucial reconocer las necesidades del niño, interpretando sus comportamientos como formas de expresar emociones y requerimientos. Esto permite responder de manera adecuada y empática, fortaleciendo el vínculo familiar.
De igual manera, es necesario:
- Es fundamental promover la comunicación abierta y la escucha activa.Cuando los niños se sienten escuchados y valorados, desarrollan una mayor confianza en sí mismos y en sus relaciones.
- Reflexionar sobre nuestro propio estilo de crianza y niveles de paciencia es necesario para identificar y modificar patrones que no sean beneficiosos. Este proceso de autoevaluación promueve un ambiente de aprendizaje continuo y mejora en la crianza.
- Anticiparse a las necesidades y reacciones de los niños contribuye a reducir el estrés y fomentar un desarrollo emocional estable. Proporcionar orientación y estructura con base en consecuencias educativas, en lugar de recurrir al castigo físico, enseña a los niños sobre responsabilidad y autodisciplina.
FUENTE: Universitat Oberta de Catalunya