La mujer no deberá pasar un solo día en la cárcel. Fue condenada a un mes de «prisión domiciliaria» y «libertad vigilada». El padre del pequeño dejó en claro tener miedo por posibles represalias.
La prensa escuchó el relato de lo sucedido por el padre sobre cómo la madre tomó al menor por la fuerza y lo mantuvo retenido en un galpón en la zona de Barros Blancos. Pese a la formalización, el padre teme posibles represalias hacia él y su familia.
Las víctimas han solicitado que se revean las penas planteadas.
Consultados sobre el fallo. Representantes de la organización «Varones Unidos» alegaron:
«Es otro caso de impunidad femenina, la tendencia social a perdonar las transgresiones, incluso las graves como ésta, si las lleva a cabo una mujer. Además, demuestra la discriminación judicial que existe en Uruguay contra los hombres. Si fuera un hombre el que secuestrase a su hija a punta de pistola, no caben dudas de que hubiera tenido una sentencia más dura».