En conversación con Despiertamedia, el Juez del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Alejandro Recarey, plantea que hay “una gran difusión del pensamiento de género» a nivel judicial, que se impone a la justicia uruguaya mediante una serie de mecanismos:
Cursos obligatorios del Centro de Estudios Judiciales del Uruguay
“Esto se da, por un lado, por una gran cantidad de cursos que se dictan en el CEJU (Centro de Estudios Judiciales del Uruguay), que es la Escuela Judicial del Uruguay. El CEJU es una institución que se ocupa de la formación técnica inicial y permanente de los jueces. Para hacerlo, árbitra los exámenes de ingreso a la judicatura, los dispone y los organiza, e imparte cursos. Estos cursos, de un tiempo a esta parte, son obligatorios, para todos los jueces letrados y de paz, creo que, también, tenemos la obligación de cumplir 20 horas anuales de curso con prueba obligatoria. A través del diseño de estos cursos y su temática, se ha observado una incidencia muy grande del pensamiento de género. Ya sea en la temática central de cada curso o inserta en temáticas que puedan parecer ajenas. Acabo de hacer un curso sobre derecho ambiental, el Acuerdo de Escazú, y unas de las clases fue derecho de Medio Ambiente y género, para tener una noción.”
Folletería y dádivas de Organismos Internacionales a funcionarios judiciales
Recarey nos planteaba, en nuestro diálogo, que hay diferentes “líneas” que van llevando a lo que él define o entiende como “ideología de género” en el ámbito judicial:
“Hay una línea de matrización, vamos a decir, del pensamiento de los jueces a través de cursos que se imparten con carácter obligatorio y formativo, que están muy empatados con temáticas de género. Una segunda línea se da por intermedio de la difusión de materiales, que generalmente son guías o publicaciones de las Naciones Unidas que se distribuyen por los juzgados de manera gratuita. Como si fuesen folletos. Y, por último, además de una cantidad de actividades académicas que se promocionan, de cursos de universidades con becas, de conferencias y otros etc. Es bastante obvio que desde los vértices del Poder Judicial de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), se ha dicho por parte de algún ministro de la SCJ, que el juez tiene la obligación legal de juzgar con perspectiva de género.”
Sobre un análisis de fallos que se relacionen con la “perspectiva de género”, Recarey nos terminaba planteando que
“sobre el contenido de los fallos y al uso que los jueces hacen de esto, yo no he hecho una compulsa y desconozco si la hay, uno trabaja en su trinchera, su oficina y no sale a “ver” mucho qué están haciendo sus colegas.”