Si tus zapatos te aprietan un poco, la crema hidratante puede ser tu aliada. Aplica un poco en el interior del zapato y en tus pies. Esto facilitará que tus pies se deslicen con mayor suavidad, haciendo que el calzado resulte menos ajustado.
De igual manera, puedes:
Meterlos en el congelador
Toma una bolsa hermética y llenála con agua, colócala dentro de los zapatos y mételos en otra bolsa. Al congelarse, el agua se expandirá, estirando los zapatos para evitar rozaduras. Después de sacarlos del congelador, déjalos reposar para probártelos con comodidad..
Aplicarles calor
Ponte unos calcetines gruesos, luego los zapatos que deseas ensanchar. Utiliza un secador de pelo manteniendo una distancia segura. Calienta las zonas que deseas agrandar durante unos 25 segundos. ¡Verás cómo se adaptan a tus pies!
FUENTE: Business Insider