A nivel físico, practicar deportes mejora la condición cardiovascular, fortalece los músculos y aumenta la energía. Sin embargo, los beneficios no se limitan al cuerpo, sino que también impactan positivamente la mente.
A través del ejercicio, se estimula el cerebro, favoreciendo la memoria, concentración y habilidades cognitivas, esenciales para el éxito académico. Además, el deporte fomenta la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que están directamente relacionados con la reducción del estrés y la ansiedad, favoreciendo un bienestar mental.
Por otro lado, el deporte en la universidad también enseña valiosas lecciones de vida, como la disciplina, el trabajo en equipo, la tolerancia y el respeto. La interacción con otros estudiantes fomenta la integración social y crea un sentido de pertenencia, crucial en una etapa de grandes cambios.
FUENTE: Universidades y Profesiones